El riesgo de incendio es una constante en todo tipo de edificaciones, los códigos de construcción especifican la cantidad de horas que una estructura puede soportar una temperatura determinada, basada en las características del edificio.
Hay tres consideraciones claves al crear un plan de protección contra incendios: seguridad de la vida, extinción de incendios y protección de la estructura.
Efecto de la temperatura sobre el ACERO ESTRUCTURAL
Aún los materiales no combustibles como el acero pueden verse afectados por las altas temperaturas. Debido a que los elementos estructurales se diseñan para cargas superiores a las requeridas, el acero, incluso desnudo, puede tener suficiente capacidad de carga para soportar los efectos del fuego.
En general, el acero estructural conserva el 60% de su resistencia a una temperatura ambiente de 1.000 °F, sin embargo, la mayoría de los incendios en edificios superan esa temperatura en algún momento.
La prueba de fuego estándar ASTM utiliza temperaturas en constante aumento, asumiendo que el fuego tiene un suministro infinito de combustible y los elementos están sometidos a la carga máxima de diseño. Cuando los códigos de construcción especifican una construcción resistente al fuego en base a los resultados de estas pruebas, los elementos de acero estructural deben aislarse con materiales de protección.
Los edificios de acero estructural presentan buen desempeño cuando se exponen al fuego
El acero estructural es un material duradero, no combustible y resistente al fuego, cuando se diseña y construye correctamente. La estructura de acero puede preservar su integridad estructural en caso de incendio o exposición prolongada a temperaturas elevadas. El Código Internacional de Construcción (IBC) y otros códigos de construcción vigentes contienen criterios prescriptivos para determinar cuándo y qué requisitos se aplican a los distintos tipos de construcción, alturas, áreas y ocupaciones.
La protección contra incendios se logra mediante una combinación de métodos activos y pasivos. Las estructuras con armazón de acero, incluidos algunos edificios de poca altura, estadios deportivos y estructuras de estacionamiento al aire libre, ni siquiera requieren protección contra incendios o solo requieren protección activa (sistemas de rociadores). Sin embargo, cuando se requiere protección pasiva, existen varias opciones óptimas en costos, que no solo pueden lograr una calificación de resistencia al fuego adecuada, sino que también se ven atractivas si el acero se deja expuesto.